jueves, 12 de agosto de 2010

Hanyu Distillery y sus originales etiquetas



Hay veces que las diferencias entre el Lejano Oriente y Occidente son tales, que debemos pensar, los unos de los otros, lo mismo que Obelix cuando exclamaba “estos romanos están locos”. Me ha llegado a mis manos la etiqueta de un whisky de malta japonés, que abre este post. La miro, la vuelvo a mirar y no sé si es la etiqueta de un vigorizante muscular, un viagra femenino, una marca de tangas o uno de minifaldas, el poster de una peli porno-manga o efectivamente una simple etiqueta de whisky. Ya de tanto mirar, y sabiendo que los japos son esos tipos de pueblos que no dan puntada sin hilo, han hecho coincidir la bandera escocesa con el firme y turgente trasero de la modelo. Desde luego que si hubiese tenido la botella, no sé si hubiera tardado tanto en bebérmela como en la observación, un tanto atónita, de su etiqueta.

Indagando en la destilería, fue un negocio familiar que empezó en 1626 a elaborar sake en la ciudad de Chichibu (con ese nombre de la ciudad, no me extraña que pusieran etiquetas picantes en el whisky). En 1980 empiezan a elaborar Scotch Whisky y en 1990 lanzan su Malt Whisky. Como los single malts requieren un proceso de maduración más largo que el Scotch, los primeros años fueron comercialmente muy duros. Un cambio en la propiedad, hizo cerrar la destilería de whisky por exigencias de los números contables , un negocio más en el cual el dinero nuevo mata la vieja tradición.

Como final feliz, un descendiente de la saga, Ichiro Akuto, en abril del 2005 ha creado una destilería y lanzado su “Ichiro’s Malt”. Solo hay que saber si el diseño de sus etiquetas sigue la original tradición familiar.


PD. La modelo podría estar en los “Highland Games” de Escocia jugando al lanzamiento de troncos de árboles o “Caber” que contrariamente a lo que popularmente se cree, no se trata de lanzar los troncos más lejos sino más rectos que los contrincantes. Por lo tanto, un lanzamiento a las “12 en punto” se consideraría perfecto y en este caso, dejaría mucho que desear. Pero nadie que mire la etiqueta, llega a esa conclusión en un (largo) principio.



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