viernes, 12 de agosto de 2011

Highland Dream Whisky 18 años, Pura Elegancia



Este whisky ha surgido del pasado, del concepto del whisky como era entendido en el siglo XIX. Todo empezó en 1999 cuando la destilería Glenfarclas consiguió una botella de whisky de finales del siglo XIX en una subasta de Christie’s. Ese siglo ha sido considerado siempre como la mejor época de los destiladores de malta.

Una vez que tuvieron la botella en la destilería, ubicada en la localidad de Ballindaloch a orillas del río Spey, surgió la idea de elaborar un whisky de características parecidas. Se tardaron más de tres años en conseguirlo, un whisky blended con maltas seleccionados de las más reconocidas destilerías: Lagavulin de la zona de Islay, Glenfarclas, Longmorn y Linkwood de Speyside, Auchentoshan de las Lowlands, Talisker de Skye, Glengoyne y Glenturret de la zona de las Highlands y Highland Park de Orkneyy, en diferentes proporciones. Para finalizar la elaboración se envejeció durante 18 años en botas, mayoritariamente, donde añejaron vinos de Jerez y también de whisky Bourbon.

Se destila en pequeños lotes de 3.000 unidades con etiqueta numerada y con una proporción de whisky de malta superior al 60%.

CATA

Viene dentro de un estuche de madera grabado al fuego. La botella, que viene envuelta con papel de seda, es de vidrio marrón y bonita silueta, vestida con una etiqueta en papel de algodón Arches y con una tipografía imitando las etiquetas del siglo XIX. En ella aparece el siguiente texto “Escuchar el silencio que producen cinco mil toneles de whisky en el crepúsculo de una bodega mientras se está sembrando el grano de cebada en los campos de los alrededores, podría hacer que un poeta laureado se quedara sin habla” Neil Gunn. Tapón de corcho, lacrado. 43% de Volumen Alcohólico.

Visual: Precioso color ambarino, brillante, limpio.

Nariz: Entrada elegante y repleta de matices. Hay notas melosas, frutales, especiadas, frutos secos, a maderas nobles (como esas notas de cedro cuando abres una purera) y suavísimas notas ahumadas.

Boca: Sigue con la misma elegancia que en boca, tiene cuerpo y poderío pero todo ello envuelto en seda. Sigues las notas melosas, los frutos secos y las vainillas. El final es suave, de largo recorrido, con esa elegancia que te abruma desde que lo hueles, y con notas especiadas.

De lo mejor en whisky blended que hemos probado en muchos meses, con tanta elegancia le hemos denominado el Vacheron Constantin de los blended. Su precio, por encima de los 70€.

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